google.com, pub-3034374697620972, DIRECT, f08c47fec0942fa0 UBA Psico Trabajos y Monografías: Primer parcial Psicoanálisis: orientación lacaniana: Clínica y Escritura - Titular: Dra. Prof. Inés Sotelo Título: “Lectura del crimen de las hermanas satánicas” (Nota 9)
Monografías, exámenes domiciliarios y trabajos prácticos, individuales y grupales, realizados para la cursada de materias de la carrera Psicología en la UBA. Los trabajos fueron subidos al blog sin modificaciones ni correcciones posteriores indicándose la nota correspondiente. Los originales están archivados en la Facultad.

Primer parcial Psicoanálisis: orientación lacaniana: Clínica y Escritura - Titular: Dra. Prof. Inés Sotelo Título: “Lectura del crimen de las hermanas satánicas” (Nota 9)



Psicoanálisis: orientación lacaniana: Clínica y Escritura

Titular: Dra. Prof. Inés Sotelo





"Lectura del crimen de las hermanas satánicas"

Estudiante: Individual






Teórico: Miércoles

Año 2014



Hermanas misterio, hermanas satánicas

A partir del caso de las hermanas Papin y la lectura que Lacan hizo del mismo, donde propone que la pulsión agresiva, inconsciente, es la afección que sirve de base a la psicosis y se traduce a la consciencia a través del contenido intencional comprometido con las exigencias sociales integradas por el sujeto, las que, a modo de camuflaje de motivos, conforman el delirio[1], trazo un paralelismo con un caso acontecido en Capital Federal a comienzos del año 2000 conocido como "El crimen de las hermanas satánicas"[2] en el que encuentro la posibilidad de hacer una lectura guiado por la formulación lacaniana. Más allá de las diferencias de forma entre ambos crímenes y desde las cuales podría considerarse que no en mucho se relacionan uno con el otro por los vínculos entres víctimas y victimarias y las circunstancias contextuales, existen, desde mi perspectiva, similitudes y un paralelismo por el que inmediatamente la lectura del caso de las hermanas Papin o "criadas misterio", como las denominó la opinión pública de su época, reflotó en mi memoria el caso de las hermanas Vázquez a las que haré referencia para dar cuenta de algunos de los conceptos trabajados en el primer tramo de la materia en el que siguiendo el ordenamiento propuesto por Miller en la conceptualización del goce en la obra de Lacan en seis paradigmas, nos enfocamos en el primero de ellos: la imaginarización del goce.


"Las cosas cambian de lugar"

Después de la muerte de la madre en 1993 Silvina, que recién comenzaba el secundario, en un trasfondo familiar complejo, comenzó a dar señales de que algo sucedía en ella, manifestaba miedos de andar sola por la calle, temores de que fueran a robarle o que pudiera pasarle algo malo y sólo salía para ir al colegio. Dos días antes de la trágica madrugada del 2000, sostuvo una conversación con el dueño del PH que alquilaban: "Hay olor a muerto, se escucha como si bajaran las escaleras y cuando te asomás no hay nadie. Las cosas cambian de lugar, desaparecen. Las frutas se pudren en la heladera de un día para el otro. ¿Murió alguien acá?" (Bilbao G.), aquellas primeras señales y temores habían encontrado un contenido que daba forma al delirio que abriría el paso para que la pulsión agresiva se resolviera en el crimen del propio padre, padre que además, mantenía relaciones incestuosas con Gabriela, hija mayor del matrimonio y hermana de Silvina, con la que esta no tendría buenas relaciones y hubiese corrido con la misma suerte que Juan Carlos, de acuerdo a las referencia de los policías, de no ser por su oportuna intervención. Hermana que, según algunas interpretaciones, sería depositaria de su odio al responsabilizarla junto al padre de la muerte de la madre, pero a la que una vez separadas estando detenidas, le enviaría un mensaje escrito diciendo: "Gaby, hermanita, te quiero mucho. Quedate tranquila. Vamos a volver a estar juntas, vamos a tener una vida hermosa, vamos a ser felices como antes" (Bilbao G.). Me permito preguntarme si aquello que se interpreta como odio por Gabriela puede considerarse de ese modo, si las peleas no pudieran acaso leerse, siguiendo a Lacan[3], como el reclamo de un retorno a un tiempo pasado tal como el que menciona en el mensaje, pasado en el que la fijación narcisista de Silvina hiciera de Gabriela el objeto elegido y depositaria de su libido, objeto que le de algún modo le fuera arrebatado. Signos de odio se observan pero no para con Gabriela, sí hacia el padre que, al igual que en el caso de una de las víctimas de las hermanas Papin, le fueron extraídos los ojos, además de, en nuestro caso, extraérsele[4] trozos de carne de la mejilla izquierda a mordiscones como literalidad también de la metáfora del odio: "lo comería vivo / crudo", que por otra parte puede interpretarse como la incorporación de ese padre poseedor de la hermana y con el que, acudiendo a la lectura de Freud, consuma la identificación a través de la devoración[5]. En el hogar de los Vázquez indudablemente algo cambió de lugar.


Asesinar al espejo

"…Silvina se asomó y vio en el espejo, el reflejo de Vázquez convertido en otra cosa, en algo horrible. Cuando ella vio lo que él miraba gritó también. Juan Carlos, aterrorizado, le dio un golpe al vidrio, que estalló en pedazos.". (Bilbao G.) ¿Acaso la fragmentación intencional de aquello que los aterrorizara frente al espejo daba cuenta de la fragmentación individual de cada uno frente al otro? ¿En qué otra cosa pudo haberse convertido el reflejo de Vázquez para Silvina y para el propio Vázquez? ¿Qué vio Juan Carlos para matar al espejo y qué vio Silvina para matar a Juan Carlos? Me resulta inevitable establecer una relación entre la rotura del espejo que estalló en pedazos con las más de 100 puñaladas y los mordiscos en el rostro de Vázquez, con la dificultad de que los cuerpos no estallan en pedazos. Lo que hayan visto en aquel reflejo sin dudas fue horrible para ambos, se revelaba el drama que irremediablemente daría paso a la tragedia.


A modo de resumen y cierre

Para mi lectura del caso elegido y a los fines citados al comienzo del presente trabajo, tomando como referencia el goce ubicado en el eje imaginario, recorté de la historia, tal como fuera presentada en las fuentes de información recabadas, algunos detalles que me fueron propicios para observar la relación especular entre Silvina y Juan Carlos, dar cuenta de la pulsión agresiva como base del crimen, sugerir, además, una identificación con la figura paterna y, en Silvina, la fijación narcisista que promueve la elección de objeto en la figura de la propia hermana. Consideré como antecedentes del delirio de Silvina los temores que comenzaron como inespecíficos y fueron llenándose de contenido en un compromiso con el escenario familiar, lo que permitió traducir a la consciencia la pulsión agresiva inconsciente y concretarla en el crimen cometido.[6]



Referencias bibliográficas



-Bilbao G.: "Las hermanas satánicas" en Revista Gatopardo. Julio 2003. Versión tomada de: criminiscausa.blogspot.com.ar/2012/02/las-hermanas-satanicas-por-guido-bilbao.html
-Diario Clarín. Argentina. Ediciones anteriores digitalizadas, notas publicadas desde el 27 de Marzo de 2000 al 27 de Julio de 2000 en: www.clarin.com/ediciones-anteriores.html
-Freud S.: (1905) "Tres ensayos de teoría sexual" en Fragmento de un caso de histeria (Dora), Tres ensayos de teoría sexual y otras obras (1901-1905). Obras Completas Vol VII. Buenos Aires. Amorrortu editores. 2003.
-Freud S.: (1913) "Tótem y tabú" en Tótem y tabú y otras obras (1913-1914). Obras Completas Vol XIII. Buenos Aires. Amorrortu editores. 2005.
-Freud S.: (1914) "Introducción del narcisismo" en Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico, Trabajo sobre metapsicología y otras obras (1914-1916). Obras Completas Vol XIV. Buenos Aires. Amorrortu editores. 2003.
-Freud S.: (1915) "Pulsiones y destinos de pulsión" en Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico, Trabajo sobre metapsicología y otras obras (1914-1916). Obras Completas Vol XIV. Buenos Aires. Amorrortu editores. 2003.
-Lacan, J.: (1933) "Motivos del crimen paranoico: el crimen de las hermanas Papin", en Revista Minotaure, N° 3, diciembre 1933. Versión tomada de: http://www.vivilibros.com/excesos/10-a-04.htm
-Lacan J.: (1936) "El estadío del espejo como formador de la función del yo tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica", en Escritos, Tomo I, Bs. As., Siglo veintiuno, 1988.
-Miller J.-A.: "Paradigmas del goce" (1998-1999), en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica. Los cursos psicoanalíticos de J.-A. Miller, Bs. As., Paidós, 2008.
-Monzón I.: "El diablo se llama incesto" en Revista Brujas. Año 19. N° 27. Ediciones ATEM (2000). Versión tomada de: www.isabelmonzon.com.ar/incesto.htm
-Weiner C.: "Las Vásquez, el crimen del padre". Revista Opacidades no 3 de la ELP. Versión tomada de: www.psicoanalisisclaudiaweiner.net/2010/05/21/las-hermanas-vasquez-el-crimen-del-padre/




[1] Lacan, J. (1933) "Motivos del crimen paranoico: el crimen de las hermanas Papin", en Revista Minotaure, N°3, diciembre 1933. Versión tomada de: http://www.vivilibros.com/excesos/10-a-04.htm.
[2] La mañana del 27 de marzo de 2000 efectivos de la Policía Federal, alertados por los vecinos, irrumpen en un PH del barrio de Saavedra donde yacía desnudo en el piso el cadáver de Juan Carlos Vázquez (50 años), padre de las hermanas, sobre un charco de sangre y a Silvina, su hija menor (21 años), también desnuda, gritando con voz ronca mientras todavía lo apuñalaba con un cuchillo tramontina: "Váyanse, esto no es real", "sal Satanás", "mamita, mamita, ahora papito se va a volver bueno". Gabriela (28 años), la hija mayor, vestida solamente con una remera, con algunas heridas cortantes en su rostro y bañada en sangre observaba la escena desde el pie de la escalera. Para lograr someter a Silvina, relataron los policías que fue necesario emplear una fuerza extraordinaria. La autopsia realizada al cadáver de J. C. Vázquez determinó que había recibido más de 100 puñaladas, la mayoría en la cabeza y el cuello, le sacaron los ojos y que faltaban trozos de carne de su mejilla izquierda con heridas compatibles con mordidas; también fueron hallados restos de semen en los genitales del cadáver y, como detalle que destaco, rotos los espejos de la casa. El crimen se presentó en los medios enmarcados en un ritual satánico. Compilado de Bilbao G., Monzón I., Weiner C. y notas del diario Clarín. (Los textos de Bilbao, Monzón y Weiner se encuentran compilados bajo el título de "Tres artículos sobre el crimen de las hermanas Vázquez" en es.scribd.com/doc/219675460/Tres-Articulos-Sobre-El-Crimen-de-Las-Hermanas-Vazquez )
[3] Citando a Freud, Lacan escribe que "cuando en los primeros estadios [...] de la sexualidad infantil se opera la reducción forzosa de la hostilidad primitiva entre los hermanos, puede producirse una anormal inversión de esta hostilidad en deseo, y que este mecanismo engendra un tipo especial de homosexuales en los cuales predominan los instintos y actividades sociales. Se trata, de hecho, de un mecanismo constante: esa fijación amorosa es, la condición primordial de la primera integración a las tendencias instintivas de aquello que llamamos las tensiones sociales [...] Esta integración se hace, sin embargo, según la ley de menor resistencia, mediante una fijación afectiva [...] narcisista, en la cual el objeto elegido es el más semejante al sujeto: tal es la razón de su carácter homosexual. Pero esta fijación deberá ser superada para llegar a una moralidad socialmente eficaz". Lacan, J. (1933) "Motivos del crimen paranoico: el crimen de las hermanas Papin", en Revista Minotaure, N°3, diciembre 1933. Versión tomada de: http://www.vivilibros.com/excesos/10-a-04.htm
[4] No quedó claro para la justicia si ambas hermanas cometieron el crimen, ni si ambas fueron partícipes de estos desgarros en el rostro, aunque Gabriela estaba también ensangrentada y hubo indicios que permitieron especular que podría haber tenido participación activa, las dudas y falta de pruebas fehacientes hicieron recaer en a una sola de ellas, Silvina, la responsabilidad. (Nota del autor)
[5] "Un día los hermanos expulsados se aliaron, mataron y devoraron al padre, y así pusieron fin a la horda paterna. Unidos osaron hacer […] El violento padre primordial era por cierto el arquetipo envidiado y temido […] Y ahora, en el acto de la devoración, consumaban la identificación con él, cada uno se apropiaba de una parte de su fuerza" Freud S.: (1913) "Tótem y tabú" pag. 143 y 144 en Tótem y tabú y otras obras (1913-1914). Obras Completas Vol XIII. Buenos Aires. Amorrortu editores. 2005.
[6] "La pulsión agresiva, que se resuelve en el asesinato, aparece así como la afección que sirve de base a la psicosis. Se la puede llamar inconsciente, lo cual significa que el contenido intencional que la traduce en la consciencia no puede manifestarse sin un compromiso con las exigencias sociales integradas por el sujeto, es decir sin un camuflaje de motivos, que es precisamente todo el delirio.". Lacan, J. (1933) "Motivos del crimen paranoico: el crimen de las hermanas Papin", en Revista Minotaure, N°3, diciembre 1933. Versión tomada de: http://www.vivilibros.com/excesos/10-a-04.htm

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