google.com, pub-3034374697620972, DIRECT, f08c47fec0942fa0 UBA Psico Trabajos y Monografías: “Segundo informe de elaboración” - Historia de la Psicología - Cátedra II Prof. Dra. Lucía Rossi (Nota 8)
Monografías, exámenes domiciliarios y trabajos prácticos, individuales y grupales, realizados para la cursada de materias de la carrera Psicología en la UBA. Los trabajos fueron subidos al blog sin modificaciones ni correcciones posteriores indicándose la nota correspondiente. Los originales están archivados en la Facultad.

“Segundo informe de elaboración” - Historia de la Psicología - Cátedra II Prof. Dra. Lucía Rossi (Nota 8)


Universidad de Buenos Aires
Facultad de Psicología


Historia de la Psicología - Cátedra II
Prof. Dra. Lucía Rossi


 "segundo informe de elaboración"



Estudiante:
Individual


año 2011 – primer cuatrimestre

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Consigna:

"Los órganos externos del movimiento son conducidos a participar en la influencia emotiva" (W. Wundt). Desarrolle la cita desde su autor estableciendo relaciones con el Evolucionismo y la Clínica Patológica Francesa respecto de la relación cuerpo-emoción. De cuenta del lugar de la consciencia en el Conductismo, relacione con el camino metódico seguido por cada productor y de cuenta de los motivos por los cuales Ribot decide retomar el concepto de Pasión.


Elaboración:

En el contexto de la frase de Wundt, representante del romanticismo alemán, que abre la consigna podemos situar como punto de partida una primera diferencia entre este autor y el evolucionismo de Darwin en referencia a un tema que ambos abordan, la expresión de las emociones. Wundt destaca el carácter afectivo y subjetivo en la relación cuerpo-emoción, lo psíquico es primero para este autor, mientras que Darwin considera la emoción como el derivado instintivo de un acto adaptativo. Esta consideración da cuenta, en un mismo paradigma, de dos diseños diferentes en la concepción del individuo en su entorno, tenemos en Wundt un sujeto relacionado con su ambiente empáticamente formando parte del mismo desde la interacción participativa, en Darwin, en cambio, el individuo se halla inmerso en un ambiente que le es hostil y amenazante, donde debe luchar y adaptarse para poder sobrevivir. El paradigma común de estos dos diseños es la vida, lo biológico, que da cuenta de una unidad y totalidad donde ya no es posible descomponer en partes y volver a componer, hay algo que se pierde en esa descomposición por lo que no se vuelve a la totalidad, lo biológico no es reductible, el sujeto es en este momento considerado un organismo en interacción con su medio ambiente, el cuerpo es considerado desde una perspectiva biológica y la emoción es considerada desde sus expresiones y los movimientos fisiológicos por los que están acompañadas.

Consideremos inicialmente a Wundt siendo este el autor con el que se abre la consigna. Este autor propone un paralelismo psicofísico donde por un lado, desde lo físico, se hallan las sensaciones que constituyen las representaciones, que son mensurables y cuantificables en la experiencia del laboratorio y por otro lado, desde lo psíquico, los sentimientos de carácter cualitativo y subjetivo que no son medibles pero si clasificables.
Define al sentimiento como un estado no duradero, que se desarrolla con lentitud y es de intensidad media del cual no puede establecerse un límite preciso con la emoción, a la que define como un curso de sentimientos que se sostiene en el tiempo, con una acción intensa en el individuo y que se expresa en términos de síntomas en el cuerpo. Wundt no hace distinción entre emociones y pasiones por considerar que estas últimas no constituyen en los procesos psíquicos un dominio independiente. Una emoción comienza con un sentimiento inicial para continuar con un curso representativo y terminar en un sentimiento final que puede volver más serena a la emoción, provocar el inicio de una nueva emoción o terminar en un acto como resultado de un proceso volitivo. Dice que en el transcurso de una emoción no solamente son observables los efectos en el contenido psíquico de los sentimientos que la componen, sino que también en los fenómenos físicos que la acompañan, a los que denomina como movimientos expresivos y distingue en su carácter sintomático tres clases: 1) Síntomas puramente intensivos, que son movimientos exagerados en emociones muy violentas como el temblor muscular o sacudimientos convulsivos con repentina detención o paralización del movimiento. 2) Exteriorizaciones sentimentales cualitativas, que son los movimientos mímicos entre los que destaca en primer lugar los movimientos de los músculos de la boca. 3) Exteriorizaciones representativas, que consisten en los movimientos pantomímicos o movimientos indicativos de los brazos y todo el cuerpo. Estos movimientos se acompañan de modificaciones internas como pueden ser en el pulso y la respiración. Los movimientos mímicos y pantomímicos surgen involuntariamente pero la voluntad puede modificarlos.
El método utilizado por Wundt es la introspección experimental en el que se establece el paralelismo psicofísico a través de la observación indirecta, cualitativa, introspectiva, subjetiva, que llama método de impresión, y por otro lado la observación directa y experimental, cuantitativa, objetiva, que llama método de expresión. Lo primero atañe a la conciencia, lo segundo a lo fisiológico.

En Darwin encontramos que el estudio de las emociones no considera el aspecto subjetivo, solamente se ocupa de la exteriorización de las emociones poniendo el acento en el desarrollo filogenético, en el instinto, el hombre es un animal más y como tal está expuesto, en la lucha por su supervivencia, a la acción externa del medio que desencadenará una respuesta instintiva, las respuestas útiles a la continuidad de la especie, las respuestas adaptativas se conservan pasándose de generación a generación.
Dice Darwin que: todo acto, cualquiera sea su naturaleza, que acompañe una emoción, se hace expresivo. Considera de este modo a la emoción desde las acciones expresivas del cuerpo, observa que en los animales estos gestos expresivos también se manifiestan del mismo modo que en el hombre, lo que lo lleva a pensar que estos gestos son heredados y no aprendidos. Existen, para Darwin, tres principios por los que las principales acciones expresivas se desarrollaron: 1) La repetición frecuente de movimientos útiles para el cumplimiento de un deseo o el alivio de una sensación penosa termina tornando habituales estos movimientos al punto de que se reproducen aunque no representen utilidad y al aparecer en menor grado la sensación o el deseo que los desencadena. 2) la antítesis o la ejecución de movimientos opuestos voluntariamente ante impulsos también opuestos. 3) La acción directa del sistema nervioso excitado sobre el cuerpo, con independencia de la voluntad y en gran medida de la costumbre.
Para Darwin la conciencia, lo psíquico, es una adquisición tardía de la especie humana, lo mismo que considera la emoción como un resto instintivo en la memoria de esta. Enuncia como característica distintiva de la especie humana en todas las razas la capacidad de ruborizarse más allá de que sea perceptible por las diferencias en el color de la piel.
El método utilizado por Darwin es el patológico, observa los casos anormales que se dan en la naturaleza de los cuales deriva conclusiones sobre lo normal que considera es el camino evolutivo.

En la clínica patológica francesa destacamos inicialmente a Ribot, fundador de esta clínica. Según este autor en el siglo XVI tenía la expresión "pasiones del alma" un sentido amplio que abrazaba casi entera la vida de los sentimientos, pero por causa de los autores anglosajones ha caído en desuso al punto de ser abandonada y sustituida por el término emoción. Manifiesta la importancia de retomar el concepto de pasión debido a que aunque no todas puedan ser calificadas de enfermedades se acercan de tal manera que la diferencia entre los dos casos es imperceptible; un segundo argumento es que la palabra emoción es utilizada tanto para estados afectivos variados como para fenómenos especiales con características específicas, sostiene que esto es tan irracional como si en ciencia se utilizara un mismo término para designar el género y la especie. Propone retomar el concepto de pasión desde la posición de Kant pero desde los métodos de la psicología moderna y rechazando la posición exagerada de considerar a todas la pasiones como enfermedades. Es así que Ribot propone una división de las manifestaciones de la vida del sentimiento en tres grupos, tomando desde Kant el concepto de pasiones, de Darwin y el método patológico las emociones y, desde su propio aporte, los estados afectivos propiamente dichos.
Sostiene que los estados afectivos son necesidades o tendencias del organismo psico-físico, y define las emociones como reacciones abruptas de los instintos sobre el cuerpo, sobre los movimientos o la paralización de los mismos. Indica que la emoción es intensa y breve que comienza con un choque que provoca un desequilibrio, que brota del fondo inconsciente de nuestro organismo por lo que es natural, instintiva y se advierte en ella un bajo nivel de inteligencia. Contrariamente, la pasión está relacionada con el intelecto, es duradera y estable. Se forma por causas externas a las que le atribuye menor importancia que a las causas internas, dice que: el influjo de las causas exteriores es inversamente proporcional al poder de la predisposición o causa interna. Como causas externas enumeras las condiciones del medio y las circunstancias fortuitas, la imitación y la sugestión. Las causas internas que menciona como las verdaderas causas están dadas por la organización fisiológica del individuo, los influjos subconscientes e inconscientes, los instintos en el sentido de la psicología animal. En la teoría que construye de la pasión es fundamental la dimensión fisiológica del cuerpo. Señala tres características principales en el siguiente orden de importancia: la idea fija, la duración y la intensidad. Ribot relaciona lo psíquico con lo físico durante la construcción de su teoría, lo que puede leerse cuando usa términos como organismo mental u organismo psico-físico.

En esta misma escuela de la clínica patológica francesa encontramos a Dumas, discípulo de Ribot, quien no hace un desarrollo sobre la pasión sino sobre la emoción, desde las situaciones de choques emocionales y en los que observa una dimensión fisiológica del cuerpo. Sostiene que ante una situación inesperada que produce sorpresa y asombro se genera un choque emocional de lo que resulta la emoción que provoca una reacción fisiológica. No hay, según él, choque emocional que no tenga efectos orgánicos, define al choque emocional como un hecho biológico profundo y complejo en el que la causa psíquica que lo origina cumple únicamente un papel de desencadenamiento. Afirma que el choque se produce por el encuentro entre las tendencias y hábitos, hasta ese momento no conscientes, con un estímulo que se presenta inesperadamente y que entre el choque inicial y la emoción intervienen esquemas representativos por lo que en el origen de la emoción no solamente hay un choque, sino además una interpretación relativamente rápida de la causa. Dumas describe la unión entre lo fisiológico y lo psicológico en la emoción, de la que se puede dar cuenta en la clasificación de choques emocionales: 1) Los pequeños, que consisten en estados afectivos de menor intensidad caracterizados por excitaciones leves y corrientes con reacciones respiratorias y circulatorias como en un sobresalto. 2) Los medianos, más intensos, a los que le sigue una emoción propiamente dicha y de mayor duración con reacciones que consisten en un desequilibrio más intenso a nivel orgánico con aceleración del ritmo cardíaco y respiratorio y aumento o detención de los movimientos corporales. En este tipo de emoción juega un papel importante la representación pudiendo hacer reaparecer la emoción. 3) Los grandes, muy intensos, de estímulos muy fuertes que provocan reacciones fisiológicas tales como desequilibrio, desorden motriz, inhibición y se asocian a la parálisis y al bloqueo.

Watson, que inaugura el conductismo, sostiene que la conciencia es inobservable y la descarta, para él no hay conciencia en el individuo, lo que se observa es la conducta, los movimientos reflejos, las respuestas concatenadas a estímulos, el individuo es un sujeto reaccionante ante los estímulos del medio y en la medida en que va creciendo en sociedad esas respuestas se van condicionando y estandarizando, considera a las emociones como el nombre genérico de las reacciones. Las respuestas no son con autonomía del individuo, sino más bien automáticas. Su método es la observación experimental, traslada la escena de la vida real al laboratorio y como sostiene que las conductas de los adultos son complejas y están ya condicionadas socialmente, realiza sus observaciones en niños pequeños describiendo la existencia de tres tipos de respuestas emocionales básicas, incondicionadas y no estandarizadas por el aprendizaje, las llama, especificando que lo hace por convención y que bien podrían ser mencionadas con cualquier otro o como X, Y, Z, estas son: 1) El miedo, cuyos estímulos concatenados son producir un ruido fuerte a espaldas del individuo o hacerle perder la base de sustentación. 2) La ira, que se logra obstaculizando los movimientos corporales del individuo. 3) El amor, que se logra produciendo caricias o cosquillas en las zonas erógenas del individuo. Recordemos que los individuos de experimentación de Watson son niños de aproximadamente tres años de edad procedentes de orfanatos. Estas tres respuestas se repiten, se hacen habituales, se socializan y se complejizan por condicionamiento.

A modo de conclusión podemos mencionar que en estos autores el concepto de vida es abordado como una totalidad, lo emocional está relacionado con el costado biológico del individuo, ya sea desde la teorización que hace Darwin centrándose en el aspecto expresivo de las mismas y considerándolas remanentes instintuales evolutivos, tanto como desde las teorización que realizan Wundt centradas en el aspecto subjetivo. Ribot retoma el concepto abandonado de pasión y las distingue de las emociones, Dumas sigue la línea de su maestro Ribot pero centrado en la observación y el estudio de las emociones. Watson abordará el tema desde una perspectiva conductual concatenando estímulo y respuesta, desposeyendo al individuo de conciencia. En todos los casos el individuo está en interrelación con su medio ambiente, ya en situación de lucha y hostilidad, en situación de intercambio empático o en situación de sujeto reaccionante a los estímulos, tal como distinguimos respectivamente en Darwin, Wundt y Watson.

Bibliografía


Darwin, C. (1872). Conclusiones y resumen (Cap. 14). En, La expresión de las emociones en el hombres y en los animales. Buenos Aires: Intermundo. 1946.
Dumas, G. (1934). Los choques emocionales (Cap. 3), Las emociones (Cap 4), La naturaleza de la emoción (Cap. 7). En, Nuevo Tratado de Psicología. Buenos Aires: Kapeluz. 1951.
Ribot, T. (1907). Ensayo sobre las pasiones. Madrid: Jorro Editores.
Rossi, L. Teóricos desgrabados. Historia de la Psicología Cátedra II. Facultad de Psicología. UBA. 2004.
Watson, J. (1925). Emociones. Parte I. (Cap. 7) Emociones. Parte II. (Cap. 8). En, El conductismo. Buenos Aires: Piados. 1976.
Wundt, W. (1874). Sentimientos simples (Cap. 7). Formaciones psíquicas (Cap. 8). Sentimientos compuestos (Cap. 12). Emociones (Cap. 13). Procesos volitivos (Cap. 14). En, Compendio de Psicología. Madrid: La España Moderna.

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