google.com, pub-3034374697620972, DIRECT, f08c47fec0942fa0 UBA Psico Trabajos y Monografías: "Primer informe de elaboración" - Historia de la Psicología - Cátedra II Prof. Dra. Lucía Rossi (Nota 7)
Monografías, exámenes domiciliarios y trabajos prácticos, individuales y grupales, realizados para la cursada de materias de la carrera Psicología en la UBA. Los trabajos fueron subidos al blog sin modificaciones ni correcciones posteriores indicándose la nota correspondiente. Los originales están archivados en la Facultad.

"Primer informe de elaboración" - Historia de la Psicología - Cátedra II Prof. Dra. Lucía Rossi (Nota 7)



Universidad de Buenos Aires
Facultad de Psicología


Historia de la Psicología - Cátedra II
Prof. Dra. Lucía Rossi

 "primer informe de elaboración"



Estudiante:
Individual
  
año 2011 – primer cuatrimestre

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Consigna:

Determine cómo queda concebida la relación cuerpo-pasión en el Intelectualismo del Siglo XVII, para ello escoja alguna de las Pasiones para ejemplificar relacionándola respecto de su causa. Marque similitudes y diferencias con la postura Empirista del Siglo XVIII, de cuenta del camino metódico que ha sido utilizado en ambas posturas y mencione la elaboración de Kant sobre el tema.

Elaboración:

1) Breve introducción sobre el Intelectualismo del Siglo XVII
2) Breve introducción sobre el Empirismo del Siglo XVIII y sus diferencias con el Intelectualismo del Siglo XVII
3) Una pasión a modo de ejemplo
4) Breve consideración sobre Kant


1) Breve introducción sobre el Intelectualismo del Siglo XVII

El siglo XVII es el escenario en el que transcurre la vida de René Descartes, uno de los pensadores destacados del Intelectualismo y que escribe hacia el final de su vida, a mediados de ese siglo, El tratado de las pasiones del alma en el que da cuenta de la relación que, según su discernimiento, hay entre el cuerpo y las pasiones. La época y el lugar están caracterizados por varias cuestiones, una de ellas es el poder de la iglesia católica, la influencia y el dominio del pensamiento cristiano limita el conocimiento a los dogmas religiosos y el saber es transmitido por autoridad. Descartes, que fue educado por Jesuitas y por ende tuvo acceso al conocimiento, entre ellos la filosofía, la medicina y la matemática, forma parte de una generación de pensadores que produce una nueva ciencia, la física, dentro de ella la mecánica, que se transforma en el paradigma principal de la época.
Uno de los primeros planteos que se hace Descartes, que cuestiona o contradice el saber por autoridad, es que Dios le da a todos los hombres el don de la razón o del conocer y dado esto, aprendiendo a utilizar este don, todos los hombres pueden acceder al conocimiento. En El discurso del método, que escribe en el año 1637, intentando llegar a la verdad en las ciencias dirigiendo bien la razón, desecha los saberes antiguos y la experiencia de los sentidos por estar estos anclados al cuerpo, plantea la duda cómo método, puede dudar de todo, excepto de que duda y la única afirmación que considera fuera de toda duda es que piensa, el pensar es lo primero, "piensa, luego existe", cosifica así el pensamiento, lo convierte en cosa, le da existencia a un dualismo, la res cogitans o sustancia pensante donde está todo aquello que no es medible: la razón, la conciencia, el alma, y la res extensa o sustancia medible: el cuerpo, los objetos, el mundo.
Descartes utiliza el camino del análisis para establecer su método, para él el pensar es analítico, como en la matemática, al todo lo divide en partes y en la medida que avanza en el análisis emergen sus productos y aquello que se opone a la verdad es oscuro complejo y confuso, sucediendo lo mismo del lado de la naturaleza donde se emplea la mecánica y se trata de desarmar y armar los elementos que la componen (Rossi 2004). Explica mecánicamente el funcionamiento del cuerpo humano y distingue entre cuerpo y alma haciendo una división entre ellos, escribe: "Todo aquello cuya existencia experimentamos en nosotros y que  vemos que puede también existir en cuerpos completamente inanimados, no debe ser atribuido más que a nuestro cuerpo; y, por el contrario, todo lo que hay en nosotros y que no concebimos en modo alguno pueda pertenecer a un cuerpo, debe ser atribuido a nuestra alma."[1] Y más adelante "La muerte no ocurre nunca por ausencia del alma, sino porque alguna de las principales partes del cuerpo se corrompen"[2] y enseguida establece una analogía entre el funcionamiento del cuerpo todo y sus partes con la maquinaria de un reloj en el que cuando se rompe deja de actuar el principio que le da movimiento. Descartes, diferencia las funciones del cuerpo y del alma y señala una juntura entre ambos que está dada por un órgano único, no par a diferencia de los demás órganos del cuerpo, una glándula donde tiene el alma su principal sede y en donde se lleva a cabo la interacción entre ambos.
Según Descartes las pasiones son "suscitadas por los objetos que mueven los sentidos, y que estos objetos son sus causas más corrientes y principales"[3], así, las pasiones que pertenecen al alma se originan en el cuerpo, de este modo las trabaja desde una mecánica corporal, lo que permite entenderlas y estudiarlas. Las pasiones quedan así ubicadas como un concepto fronterizo entre la res extensa y la res cogitans, porque siendo acciones del cuerpo son también emociones y percepciones en el alma


Breve introducción sobre el Empirismo del Siglo XVIII y sus diferencias con el Intelectualismo del Siglo XVII

El Siglo XVIII es un escenario diferente del que había transcurrido la vida de Descartes, es un tiempo de revoluciones, la revolución de Crownwell, la revolución republicana americana en 1776 y la revolución francesa en 1789. Otra revolución que también produciría un gran impacto en la iglesia con la publicación de las 95 tesis de Lutero fue la invención de la imprenta que tendrá que ver con los cambios en los hábitos del público y será la metáfora en este escenario en el que tenemos como referente a Hume que a diferencia de Descartes, que hizo una ciencia lógica, matemática y deductiva, va a tomar otro camino metódico, el psicologismo, Hume va a pensar una ciencia a escala humana, empírica, a través de la experiencia donde el encuentro con lo real se produce desde lo fáctico, mientras que para Descarte se producía desde el pensar, aquí, en Hume, ya no hay garante divino de las ideas ni las mismas son innatas, el sujeto es una tabula rasa en el que se inscribe a través de los sentidos y la experiencia el conocimiento. Para Hume la percepción es un momento fundante del conocimiento en el que el objeto, lo real, es percibido y se imprime en el sujeto como una marca, cuando ya no está lo que queda es la imagen de la que se llega al concepto,  clasifica en impresiones e ideas a las percepciones. "La impresión es sinónimo de vivacidad, de encuentro. A medida que voy virando hacia lo abstracto, me voy acercando a la idea. Hume, dirá que la idea es una impresión debilitada y que la razón es una pasión atenuada. Hume abre el dispositivo psicológico por eso es considerado un escéptico o un relativista. Sustenta el conocimiento en la creencia, por eso se lo define como método psicologista."[4]
Descartes partía de las ideas con la garantía de Dios, Hume en cambio llega a las ideas desde el esfuerzo del sujeto, desde lo adquirido en su interacción con el mundo a través de las percepciones y la experiencia.
Hume divide a las percepciones de la mente en impresiones e ideas, siendo las primeras de mayor fuerza y más vívidas con respecto a las segundas, las que considera como imágenes de las percepciones en el pensamiento. Una idea queda entonces como una impresión atenuada. Estas dos, impresiones e ideas, a su vez las divide en simples y complejas, siendo las simples aquellas que no admiten división alguna, por ejemplo para conocer el color rojo se debe tener la impresión de dicho color de la que deriva la idea única de ese color, y las complejas que pueden ser divididas en partes, dando el ejemplo de la manzana señala que puede ser verde, fresca, dulce, así conocemos a la manzana desde varias impresiones de las que derivan varias ideas como un conjunto de atributos y formamos un concepto; de aquí el principio de constancia que sostiene que una idea simple deriva de una impresión simple y una idea compleja deriva de una impresión compleja.
Divide a su vez a las impresiones en originales o de sensación, que surgen cuando el estímulo está presente sin que haya habido una percepción anterior o un pensamiento que las preceda, como por ejemplo el dolor, el calor, los placeres físicos, y las secundarias o de reflexión, que surgen de las impresiones originales o de sus ideas, estas son las pasiones o emociones, como por ejemplo en un primer momento un dolor que después se asocia a una idea y es entonces cuando hablamos de pasión, por eso una pasión es secundaria, es el resultado de una impresión primera, un producto elaborado. Distingue también las pasiones directas de las indirectas, las primeras "nacen de una búsqueda directa del bien y una aversión por el mal"[5] y las segundas tienen como causa el agregado de "aquello que excita la emoción, el objeto, aquello a que la mente dirige su mirada cuando la emoción es excitada"[6]. Postula que las pasiones se asocian entre sí mediante tres leyes o principios, de semejanza tendiente a asociar por similitud, de continuidad en el espacio y el tiempo tendiente a asociar por la proximidad, y de causalidad tendiente a asociar en relación a causa y efecto, es decir que las pasiones al asociarse se van retroalimentando, potenciándose o disminuyéndose unas con otras y unas a otras.


Una pasión a modo de ejemplo

Tomaré como ejemplo una pasión desde el desarrollo formulado por Descartes en el Tratado de las pasiones del alma como representante del Intelectualismo del siglo XVII para esbozar algunas diferencias con la postura del Empirismo del Siglo XVIII cuyo representante en este caso es Hume. De las seis pasiones descritas como primarias por Descartes y de las que todas las demás, según dice este autor, son compuestas o especies, la elegida como ejemplo es el amor.
Según Descartes cuando se nos presenta una cosa como buena o conveniente nos hace sentir por ella amor, que lo define como una emoción del alma causada por el movimiento de los espíritus incitándola a unirse de voluntad a esa cosa que parece conveniente. Aclara que especifica que es causada por los espíritus para distinguir que es una pasión y depende del cuerpo tanto como de los juicios que mueven al alma y las emociones que estos provocan en ella. El amor como pasión del alma tiene origen en el desencadenamiento de procesos físicos del cuerpo, los que llama espíritus animales, estos sería las partículas más ligeras en la sangre que van por los músculos, el corazón, el cerebro (hoy podríamos entenderlos como neurotransmisores) y son los responsables de causar esos procesos que incidirán en el alma para que sienta esta pasión. También describe detalladamente estos procesos físicos por los cuales se originan las pasiones, explica que "cuando el entendimiento se figura algún objeto de amor, la impresión que este pensamiento causa en el cerebro conduce los espíritus animales, a través de los nervios del sexto par, hacia los músculos que hay en torno de los  intestinos y del estomago, de la manera necesaria para que el jugo de los alimentos, que se convierte en sangre nueva, pase  rápidamente al corazón sin detenerse en el hígado, y que, impulsada con mas fuerza que la que está en las demás partes del cuerpo, entre más abundante en el corazón y produzca en él un calor más  intenso, debido a que  esta sangre es más fuerte que la que se ha rarificado varias veces al pasar y tornar a pasar por el corazón; lo cual hace que este envíe también espíritus al cerebro, cuyas partes son mas gruesas y más movidas  que de costumbre; y estos espíritus, fortaleciendo la impresión producida por el primer pensamiento del objeto amable, obligan al alma a detenerse en este pensamiento; y en esto consiste la pasión del amor."[7]. La pasión del amor además de tener un origen físico en el cuerpo es explicada mecánicamente de modo que puede ser estudiada y expuesta en sus partes, desarmada, analizada, además de tener un efecto en el alma. Para Hume contrariamente a Descartes no hay origen físico de las pasiones, el origen es el objeto, alguna cualidad del mismo que impresiona en los sentidos, principalmente la vista, inscribiendo en la mente una imagen de la que deriva una idea, no hay explicación física ni mecánica del origen de la pasión, es solamente impresión donde el individuo es como un papel en blanco, no hay un pensamiento que opere previamente o inmediatamente y pueda ser reforzado o fortificado desde los procesos físicos. O sea que a diferencia de Descartes, Hume no ubica la causa de la pasión dentro del cuerpo, la ubica afuera del mismo y coloca las pasiones del lado de las impresiones, que las considera primeras, por lo que va a ser el objeto el que otorgue una impresión de amor y la pasión será secundaria porque es el producto elaborado por esa asociación. Tampoco hay en Hume el juicio de lo que es bueno o se presenta como bueno, sino que es la cualidad la que impresiona, o sea, mientras que en Descartes existe el juzgamiento de aquello que puede ser bueno o malo para Hume el bien y el mal se presentan como relativos, lo que para un individuo puede ser bueno o bello para otro puede ser malo o feo.
Estas diferencias en el modo de considerar las causas y el origen de la pasión implican una diferencia en el modo en el que se llega al conocimiento, porque mientras para Descartes la pasión es una acción del cuerpo con una explicación mecánica de la misma no representa más que un hecho posible de ser analizado, al conocimiento llegará a través de la razón que es innata, en cambio para Hume nada existe innato en el hombre, las ideas provienen de las impresiones con las que se construye la experiencia que es a través de la cual se accede al conocimiento, las mismas impresiones que son causa de la pasión, la que es un instrumento en la construcción del conocimiento.
Una distinción adicional es que el objeto de la pasión del amor es diferente en ambos, mientras Descartes dice que "no es necesario distinguir tantas especies de amor como objetos diversos se puede amar… aunque sean muy diferentes las pasiones… no obstante en cuanto participan del amor son muy parecidas"[8], para Hume "el amor o la amistad es una complacencia ante algún otro a causa de sus talentos o favores… El objeto del amor es alguna otra persona"[9].


Breve consideración sobre Kant

Para Kant si bien el conocimiento proviene de la experiencia pero no por sí sola con el mero encuentro con lo fáctico, contrariamente a Hume para Kant no todo el conocimiento tiene su origen en ella y el sujeto es más que una tabula rasa, sostiene que el sujeto está provisto de herramientas y que hay dos formas de acceder al conocimiento, una es a priori independientemente de la experiencia o secundaria a ella y que está relacionado con el razonamiento; la otra es a posteriori de la experiencia y está relacionada directamente con ella.
Sostiene Kant que para acceder al conocimiento es necesario formular un juicio articulado entre la razón y la experiencia, que el enunciado de ese juicio debe de ser verdadero o falso, distingue así entre dos tipos de juicios a priori o analíticos, derivados de la razón y los juicios a posteriori o derivados de la experiencia.
Con respecto a las pasiones, para Kant son fuertes impulsos relacionados con los placeres humanos relacionados a la experiencia, las necesidades y apetitos que tiene el hombre y están determinados por la naturaleza.



Referencias:
[1] Descartes René. Tratado de las pasiones del alma (1649), Art. 3
[2] Ibíd. Art. 6
[3] Ibid. Art. 51
[4] Prof. Lucía Rossi. Teóricos desgrabados (2004)
[5] Hume, David. Una disertación sobre las pasiones. Sec. II pto.1
[6] Ibid. Sec. II pto.2
[7] Descartes René. Tratado de las pasiones del alma (1649), Art. 102
[8] Descartes René. Tratado de las pasiones del alma (1649), Art. 82
[9] Hume, David. Una disertación sobre las pasiones. Sec. II pto.2



Bibliografía


Descartes, R. (1637). El discurso de Método. Buenos Aires: Losada. 1959
Descartes, R. (1649). Tratado de las pasiones del alma. Barcelona. Planeta: 1994.
Hume, D.: Disertación sobre las pasiones y otros ensayos morales. España: Ed. del Hombre. Ministerio de Educación y Ciencia. 1990.
Hume, D. (1739) Tratado de la Naturaleza humana; 1981, Madrid, Editora Nacional
Kant, E.: (1764) Ensayos sobre las enfermedades de la cabeza. Ed. Mínimo
Tránsito, 2001. España.
Rossi, L. Teóricos desgrabados. Historia de la Psicología Cátedra II. Facultad de Psicología. UBA. 2004
Strasser, S. (1967). Miseria y grandeza del hecho. En, Tercer Coloquio filosófico de Royaumont  Buenos Aires: Paidós.

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